C ualquier restaurante que se preste en querer dar el mejor servicio a sus comensales sabe que el proceso de comunicar las comandas tomadas en la mesa por parte del camarero suele ser el momento crucial para que no ocurran incidencias, problemas o dificultades. Una vez realizada esta tarea, es de vital importancia que la información obtenida por el camarero llegue de forma correcta a la cocina y es en este preciso instante, cuando se suele escuchar el clásico, ¡Oído cocina! , que no tan solo significa que a quien se le ha pedido algo, lo ha escuchado y comprendido correctamente, sino que, también, la comanda realizada ha llegado a la zona de preparación, con las modificaciones o variantes que se han ido pidiendo por parte de los comensales y que ha llegado sin ningún tipo de error. Pero todos sabemos que no suele suceder así, pues aparece una de las mayores dificultades que tienen en su día a día los restaurantes, que es, nada menos, que el método que utilizan para transmitir la i...