Además de los sistemas TPV para gestionar y agilizar la venta en los restaurantes, existe otro punto clave en cualquier restaurante que marca el buen funcionamiento y rentabilidad de este: se trata de la gestión del trabajo diario que se realiza dentro de su cocina. La cocina siempre ha sido considerada como el centro neurálgico de producción de un restaurante. Facilitar la comunicación entre los camareros y los cocineros, evitando desplazamientos innecesarios y reducir considerablemente el tiempo de preparación de los platos, repercute de forma directa en un aumento de la capacidad productiva y en la rentabilidad del establecimiento.
El análisis de los tiempos de cocina y la gestión de platos en el centro de preparación es de vital importancia para cualquier negocio de restauración. Conocer este tipo de información, para así poder tomar las mejores decisiones y ofrecer el mejor servicio, gestionando de la manera más correcta sus tiempos y sus retrasos producidos en la jornada, teniendo luego la posibilidad de analizar esta información. De bien seguro que muchos establecimientos que están llevando a cabo todas estas tareas se están encontrando con alguna que otra desagradable sorpresa. Es de todos sabido que cualquier restaurante quiere dar a su cliente el mejor y más rápido servicio posible, para de esta manera conseguir la mejor satisfacción durante la estancia del comensal. Aumentar la rapidez del servicio provoca que la mesa quede libre antes, por lo que esta puede ser utilizada nuevamente, lo que incrementa su rotación y ayuda a aumentar la producción del establecimiento. Gestionar fácilmente la carga de trabajo existente en la cocina, pudiendo anticiparnos a las preparaciones, visualizando la lista de todos los platos, independientemente de la comanda en la que están, para que la salida de estos sea ordenada y eficiente provoca, entre otras cosas, una mayor satisfacción del trabajo en los empleados y una menor inversión de tiempo dedicado a corregir errores o detalles en los pedidos que se hayan realizado.
Las cocinas que disponen de un buen sistema KDS (del inglés Kitchen Display System), es decir, las cocinas que usan y aplican en en su trabajo diario las ventajas que aporta el monitor de cocina, a ser posible de forma bidireccional, visualizando las comandas con más o menos demora, para de esta forma agilizar las entregas, ordenándolas por hora de alta o por hora de la última modificación, gestionando los estados de los platos (Recibido, Cantado y Servido), con notificación a impresora o incluso monitor de entrega para el cliente o el camarero, lo que demuestran a sus clientes es lo fácil que es el hecho de poder dar un fantástico y mejor servicio.
Después de un importante número de instalaciones, el módulo de monitor de cocina bidireccional de BDP se ha convertido en una herramienta eficaz e indispensable en multitud de restaurantes y cocinas del sector, pues este ha sido catalogado por muchos de ellos como una de las herramientas principales que ayudan a aumentar la calidad del servicio del establecimiento que la utilice, repercutiendo de manera directa en un aumento de la rentabilidad, aumentando el importe del ticket medio del negocio que lo está utilizando.
El conocimiento real que tenga el empresario hostelero de la situación de su restaurante hace que este sea más fuerte a la hora de tomar decisiones. Está claro que la estrategia clave a seguir para los dueños de los restaurantes es la elección de una herramienta que les garantice robustez, calidad y una mejor eficiencia en la gestión del negocio, para así alcanzar una mayor rentabilidad y productividad de este. Todo esto es fácil de conseguir a través del uso y aplicación del módulo de monitor de cocina bidireccional de BDP.